O entre “amiguiños” como lo denominaron sus protagonistas.
Ahí estuvimos, en el patio de hombres de la antigua cárcel, al lado de nuestro Faro de Hércules Patrimonio de la Humanidad viendo “El ataque de los muertos sin ojos” de Amando de Ossorio (1973/ 91’), de la mano de Rubén Lardín, el Señor Ausente, Nacho Vigalondo y El Profesor Repronto. Con sus respectivos micrófonos en mano, nos deleitaron con una película paralela y simultánea, acompañados por los inestimables comentarios de las gaviotas made in Galicia y convenientemente inspirados con buen licor café casero, en botella de diseño, que sirvió de paso para establecer el marco de referencia con Lost.
Visiones de quienes estuvieron allí:
Ventajas y desventajas de las generaciones intermedias
Efectos secundarios do Trash entre amiguiños
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