Penamoa fue el núcleo de la droga coruñes durante un par de décadas. Aunque ahora lo quieren reconvertir en sendas verdes, conserva la sordidez que lo caracterizó hasta hace poco menos de un año, gracias, sobre todo, a la presencia de los depósitos, de esa casa fantasma y los restos de basura de los pequeños vertederos que manipulaban los habitantes del poblado.
Esta mañana me encontré un añadido, los restos de basura que alguien debió de dejar ayer y que el temporal de las últimas horas se encargó de maltratar y esparcir. Unos restos de basura muy particulares: facturas, cartas, postales, notas, y, sobre todo, fotos, incluido un curioso álbum de “Tabacos Especiales Álvaro” con una incomprensible arandela de Iberia. Teniendo en cuenta el pasado de ese lugar, de las vidas que ahí se perdieron, la sensación de los recuerdos de una vida esparcidos de esa manera no podía resultar más sobrecogedora.
Parece sacado de La Zona de Stalker
Siempre tuvo ese aspecto… pero cuando lo hicieron era aún peor. A su alrededor no había nada; la Ronda de Outeiro no llegaba hasta allí. Desde Labañou era como un campamento… Ideas de alcaldes de antes. A esa gente la sacaron de la Gaiteira en donde se ganaban la vida como podían para dejar sitio al Corte Inglés…
Una generación se vino abajo y la siguiente… pues tiró por donde pudo, supongo.
Sí que es un sitio fantasmagórico…
Realmente sobrecogedor, con el título has definido a la perfección las sensaciones que despierta el post. ¿Y el recordatorio de la última foto? Parece de una comunión…
Sí, tiene pinta de recordatorio, pero estaba todo bastante esmagado por la lluvia y no intenté siquiera separarlo para verlo mejor.
Se podría estirar mucho más el hilo de esos documentos, porque la dirección de los dueños (Estrecha de San Andrés) pertenece al centro de la ciudad, concretamente a una serie de calles que en los últimos años han caído en desgracia de una manera vertiginosa. Fue un encuentro bastante raro, la verdad.