Juán Rayos se hizo conocido hace unos años por sus vídeos del entorno skater, primero con descripciones de un Madrid convertido en una improvisada pista gigante, luego con cosas como sus recorridos por la geografía española junto a las Longboard Girls.
Aunque a priori puede parecer que su éxito reside en su capacidad para situarse en la inmediata proximidad de lo que graba (esos ya famosos planos a ras de suelo siguiendo a los skaters), Rayos posee una gran capacidad visual y un excelente manejo del angular, algo que se puede apreciar en lo que va subiendo a su canal de vimeo, pero que sobre todo me ha maravillado en esta pequeña pieza realizada para la RAE.
Hace unos meses recibí el encargo de hacer un pequeño retrato de la Real Academia Española con motivo de un nuevo ingreso.
A través de un recorrido por la sede actual y la ceremonia de ingreso de un nuevo académico, nos asomamos a sus tres bibliotecas, pasillos, Sala de Directores, Sala de Pastas, el vestíbulo con los percheros que antecede al Salón de Plenos, donde se reúnen los académicos todos los jueves alrededor de la mesa ovalada y el Salón de Actos, escenario de las ceremonias de ingresos y las presentaciones de obras.
En la pieza, de cinco minutos, utiliza algunas de las herramientas de cámara que se han ido popularizando en los últimos años a partir de la aparición del vídeo DSLR. La diferencia respecto a muchos de los casos que se pueden encontrar a golpe de click es que Rayos sobre todo es capaz de usarlos para jugar con los volumenes y perspectivas, hasta para dotar de vida espacios inertes gracias a algo tan inevitable como las apariciones del sol.
¡Eso sí que es lenguaje audiovisual!
Hartita de imágenes planas que no sólo aburren sino que “aplanan” la realidad, o de bailes de cámara que interfieren en el contenido. Sorry, presiento un ataque de abrupta sinceridad asomando el hocico…
No, que va, pero va a resultar que eres una espectadora potencial para el cine en 3D 😛
Es como siguieras los diferentes puntos de luz que van surgiendo a lo largo de la pieza formando su propia historia. ¡Me ha encantado!
Touche! Supongo que mucho de esa intención había.