
Roland Emmerich será, algún día, uno de esos personajes a los que se les reconozcan méritos a pesar de que hayan estado siempre ahí. Un tipo capaz de facturar películas que a priori parecen eternas vueltas sobre las mismas ideas argumentales y visuales, pero que superada la sensación de querer llegar más allá consiguen ser artefactos que […]